A veces tengo el pulso “como para robar panderetas”, o no llevo trípode porque no me iba a hacer falta, ¿a quién busco entonces? Efectivamente: A mi amiga la barandilla.



Bolardos, muretes, señales, semáforos, aunque piedras y árboles también pueden servir si están a mano cuando necesitamos un tiempo de exposición que nos niega nuestro pulso. Podemos aprovechar cualquier objeto,  sea o no plano, horizontal o vertical, para mejorar nuestra estabilidad.

Aunque si tenemos una cámara que gestione un ISO alto y un objetivo con una gran luminosidad y nitidez, podremos obviar este tipo de consejos, pero… espera… si estás leyendo esto, no entras en esa categoría de usuarios, así que, ¡podemos seguir!

Focal: 210 mm, ISO 100, F 5,6, 1/30
Una de las reglas mnemotécnicas de la fotografía es que para evitar la trepidación, debemos evitar velocidades menores que los milímetros de nuestro objetivo. Así si estoy usando un objetivo de 50 mm o un 18-55mm a esa focal, al disparar a velocidades 1/50 o menores (1/25, 1/10, 0,5”, etc) la imagen saldrá trepidada.

¿Y qué es eso de una imagen trepidada? Según la Real Academia de la Lengua, trepidar es temblar fuertemente, pero con una velocidad de obturación lenta bastará cualquier movimiento para que la imagen nos salga movida. A partir de ahora, podremos presumir de nuestro conocimiento de la jerga fotográfica cuando digamos que esa foto borrosa y movida “está trepidada”. 


Sujetar bien la cámara es importante, pulsar suavemente el disparador y controlar la respiración al hacer la foto (es recomendable llenarnos de aire los pulmones, soltarlo lentamente y cuando lo hayamos soltado, disparar, en vez de hacerlo con el pecho lleno de aire), todas esas técnicas nos ayudarán a mejorar la estabilidad y lograr que la toma de una décima de segundo salga sin movimiento de la cámara.

Si necesitamos más tiempo de exposición o ni así lo logramos (hoy no es día para jugar al “operación”), ¡buscamos a nuestra amiga la barandilla! Según la toma y el apoyo que tengamos, serán los codos, los antebrazos, las manos, e incluso puede ser el  hombro  si lo que tenemos cerca es un poste vertical, el que nos ayude a estabilizarnos el tiempo suficiente para la toma.

Focal: 58 mm, ISO 200, F 6, 1/13
Anticipándome a algunos lectores, reconocerles que, efectivamente, doblar el ISO significa reducir a la mitad el tiempo de exposición, pero puede que aparezca ruido. Abrir el diafragma, también hace que sea necesario menos tiempo de exposición, pero según el objetivo, puede que perdamos nitidez. Esta interrelación entre ISO, tiempo y apertura merece ser contada en otra ocasión y dedicarle una entrada completa, pero hoy estábamos hablando de mi amiga la barandilla.

Así que, ¿por qué no lo intentas la próxima vez que veas una puesta de sol y no lleves trípode? 

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